Se echa en falta en otros ámbitos este corporativismo, este sentimiento unitario y solidario del mundo del flamenco… ¿de dónde viene?

 

Es de las cosas más bonitas del flamenco, y mira que tiene cosas bonitas, pero su solidaridad emociona… también es algo que tiene nuestro país entero, cada vez que hay un problema se vuelca, aparte de que el flamenco es una gran familia y ‘El Bo’ uno de los estandartes.

 

¿Se echará de menos a alguien en este homenaje?

 

A mucha gente, pero las puertas están abiertas para quienes quisieron colaborar; no quise incluir a más gente en el cartel, pensé que ayudaba más poniendo los menos nombres posibles en cartel, por recortar gastos y que él tuviera una recompensa mayor, por eso evitar una cantera muy costosa. Está hecho con corazón, con alma con gente que nos ha echado una mano, de alguna manera nos lo hemos inventado, como quien dice; es la primera vez que hago algo así, ni siquiera para mi padre, y mira que le han hecho homenajes. Pero esto me parece un hermoso sueño cumplido, y sé que hay mucha gente a la que le hubiera gustado estar y no ha podido.

 

¿Qué representa ‘El Bo’ para usted en concreto y para el mundo del flamenco en general?

 

Para mí, ‘El Bo’ es alguien que se ha criado y ha luchado por y para el flamenco, desde muy joven lo único que ha hecho es trabajar, y el trabajo dignifica a las personas; su trabajo, además, ha sido tan maravilloso que todo lo convertía en una fiesta, eso me entusiasma, un jaleo suyo era la gloria… no lo digo yo, él ha colaborado en más de doscientos discos, es grandioso, muy bueno. Es alguien que estuvo muy presente en mis comienzos, mi padre era muy amigo suyo, le gustaba el sabor de Jerez, para él ‘El Bo’ era el capitán de la barca, y ahora está muy cerca de Enrique, de mi hermano… me admira su grandeza, su compás, el ritmo y el arte que tiene, tiene arte hasta andando, el tío, con unas babuchas y un vaquero, nada más que saludándote, te alegra la mañana, tiene ángel… si tuviera que definírtelo es el suspiro de la gracia del flamenco, y del compás. Suspiro de la gracia y compás del flamenco.

 

Hay quien piensa que la figura del palmero es secundaria, acaso prescindible… ¡Como si el compás no sustentase el cante!

 

El compás en mi casa siempre ha sido importantísimo, el compás para mi padre era fundamental, y por eso siempre acudía a los buenos, siempre se ha rodeado de grandes palmeros, pertenezco a una familia que canta y baila delante pero también de mucha gente tocando, bailando y cantando en grupo y atrás, como mi tío Antonio Carbonel, otro de los palmeros más importantes, valoro muchísimo a todos los que salen a un escenario, no solo al guitarrista, la voz principal, todo, el sonido, la luz, el ambiente, el público, los que llevan el aire, el compás del espectáculo, que son la base y el aroma para que todo aquello sea como un tren que camine.

 

¿Qué hay que tener para ser un buen palmero?

 

Un oído importante, y un corazón inmenso para acompañar y proteger a tu torero, porque el palmero es como un subalterno, te salva del toro cuando va acogerte, te echa un capote.

 

¿Qué palo flamenco podría resumir el estado vital de Estrella Morente, una soleá, una bulería, unos tarantos, unas alegría, martinetes..?

 

Me gusta todo del cante, no hay palo que no me guste, bueno, palo no, prefiero hablar de cante, los palos te los pega  la vida, en el cante se dan cantes, fuentes de agua viva que te hacen aprender los orígenes del cante, a lo que nosotros nos dedicamos. Ahora que hablamos de Jerez, te diré que me siento comodísima y muy a gusto con la soleá por bulería y la bulería; pero soy de Granada, y también canto encantada las granaínas, la taranta, los cantes de Levante, las sevillanas… las sevillanas han sido un cante bastante abandonado en los últimos tiempos, y yo no hay espectáculo que haga que no incluya una, de autoría propia o ajena. También la seguiriya, que es un cante muy difícil.

 

¿Por qué es difícil la seguiriya?

 

A mí me contaban que hay que tener ciertas cosas para cantar por seguiriyas, haber pasado fatiga…

 

¿Fatiga de vivir?

 

Fatiga, sí, para cantar por seguiriya, y ahora estoy cómoda cantándolas, eso significa que debo de haber sufrido…

 

¿Qué enseña el dolor?

 

La mayor parte de la vida… la vida es un sufrimiento continuo, un reto, desde que naces tienes que luchar por vivir, por sobrevivir, tus padres te enseñan cosas, los vecinos, el trabajo, pero sobre todo el sufrimiento, el dolor, el reto de vivir y su dolor hace que la vida de un ser humano se vaya fraguando de una manera o de otra.

 

¿Y qué deja para la alegría?

 

La alegría te permite sacar las cosas hacia delante, ir expresándolas, pero te hace crecer el sufrimiento, el dolor, y lo hace a pasos agigantados.

 

A la hora de cantar, ¿se requiere más dolor que alegría?

 

Pa cantar se necesita afinar, afinar muy bien, compás y mucha afición; con eso, los sentimientos se apoderan de cualquier trabajo, del barrendero, arquitecto, panadero, abogado, médico, misionero, periodista… se apodera de la obra de cada uno. 

 

Después de que nos dejaron Camarón, Morente, Paco de Lucía, el flamenco queda salvaguardado por nombres como el suyo, José Mercé, Poveda, Arcángel, la Yerbabuena, Carmen Linares, Arcángel… ¿Podría hablar de una edad de plata?

 

Siempre habrá momentos, soy muchas cosas peores, pero no soy nada pesimista, eso de que cualquier tiempo pasado fue peor, no; hay que mirar hacia atrás solo para aprender los cantes, y para lo demás, mirar al futuro. Pienso que Camarón, mi padre, Paco de Lucía o Manolo Sanlúcar se quedaron sin niño Ricardo, sin la Niña de los Peines, sin Caracol, sin Marchena, sin Sabicas, sin Carmen Amaya… de la misma manera que ellos trabajaron mirando hacia delante para hacerse, nosotros seguimos caminando por el flamenco para irnos fraguándonos, como todo en la vida. Hay que mirar a nuestros referentes sabiendo que ellos también se quedaron sin los suyos, y tuvieron que reinventarse para seguir contando cosas. Hay mucha gente muy buena, muy válida, y un legado maravilloso. No me preocupa que se pierdan algunas cosas porque se ganan otras, me preocupa la cola de refugiados, mucho más eso que el quitar la fiesta de los toros, o la pureza del flamenco.

 

¿Se ha perdido humanidad?

 

La pobre humanidad se está manteniendo de los rescoldos de las cosas buenas que tiene la vida, hay gente que hace cosas maravillosos, y gracias a ellos la humanidad tira pa delante, la humanidad lucha, lucha, por ejemplo, por crear espacios verdes, por transmitir mensajes de paz… la humanidad está haciendo un gran esfuerzo por organizarse y sobrevivir, y hay que darle un voto de confianza, no hay que ser tan pesimista, se viven momentos de dolor tremendo, de pánico incontrolable, pero nos queda el cielo, las estrellas, la luna y el aire, el mar…

 

Y el flamenco…

Y el flamenco. 

 

¿Le molesta que se cuelgue la etiqueta de flamenco a cosas descafeinadas?

 

Me molesta que molesten, que se moleste a las personas cuando se está trabajando y cuando tienen necesidad de expresar y de crear; la libertad de expresión está por encima de cualquier canon y de disciplina, independientemente de que sea una enamorada acérrima de los clásico y de la supuesta pureza flamenca, cada cual tiene que expresarse como pueda y quiera.

 

¿La última canción que le ha emocionado?

 

Cualquiera de mi padre, siempre me parece escuchar algo único, nuevo, diferente, mágico, algo que está por llegar siempre, eso me sorprende. Cualquier canción de Enrique Morente.